7 señales de que necesitas un descalcificador en casa
Existen diferentes señales de que necesitas un descalcificador en casa, y para ayudaros a tomar la decisión, vamos a enumerar las siete principales más fáciles de detectar, de manera que podáis valorar si es el momento de realizar la instalación y empezar a disfrutar de una mejor calidad de vida, mayor seguridad y un sustancial ahorro económico.

La acumulación de cal en los electrodomésticos e instalación de agua
Uno de los principales problemas que podemos sufrir en nuestro hogar por culpa de la cal es su acumulación en los electrodomésticos.
Hay muchos aparatos en nuestra casa que funcionan con agua como pueden ser las cafeteras, lavadoras, termos eléctricos, calentadores de gas, planchas, el lavavajillas y otros, y todos ellos tienen en común la problemática de acumular cal en su resistencia o sistema de funcionamiento.
La instalación de agua que comprende tuberías, válvulas y grifos principalmente, también se va a ver afectada por este problema.
La cal está conformada por calcio y magnesio, dos minerales que se encuentran en el agua, los cuales se solidifican al calentarse, lo que da lugar a la formación de depósitos de cal en las superficies por las que pasa.
Además de que esto puede estropear los electrodomésticos antes de tiempo, también aumenta su consumo de energía, reduce su eficiencia y aumenta el tiempo necesario para realizar su trabajo, y por supuesto también aumenta el volumen de averías, con lo que, en general, vamos a gastar mucho más dinero que si instalamos un descalcificador en casa.

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Las manchas de la cal en el hogar
También habréis observado que hay zonas como los fregaderos, la mampara de la ducha, a los grifos e incluso utensilios y menaje de cocina que tienen manchas blanquecinas.
Esto se produce cuando el agua se evapora y los minerales se mantienen en la superficie, los cuales se adhieren con fuerza, lo que hace que sean más difíciles de eliminar y necesitemos productos específicos para limpiarlos correctamente.
Esto supone más tiempo y esfuerzo para limpiar, un mayor gasto económico y un aspecto descuidado en los grifos y demás elementos, algo que se puede evitar con el descalcificador.
Rigidez y aspereza en la ropa
Cuando lavamos la ropa con agua muy dura, la cal se va adhiriendo a las fibras de los tejidos, lo que hace que estos queden más duros y con un tacto áspero.
El problema no es sólo que resulte más desagradable al contacto con la piel, sino que la ropa se va a desgastar más rápido, perderá su suavidad e incluso el color, además de que vamos a necesitar utilizar más suavizante y detergente para obtener unos resultados correctos.
Piel seca y áspera tras ducharte
Después de ducharnos, muy especialmente si son personas con una piel más sensible, los minerales se habrán acumulado sobre la piel, lo que empeora la hidratación y hace que ésta se seque más, aparezca la sensación de picor e incluso se irrite. De hecho, podréis observar el estado de vuestra piel con tan sólo arañar ligeramente con las uñas, de forma que veréis que se forman unas líneas blancas que son las que nos demuestran que la piel tiene una falta a nivel nutricional y de hidratación, lo cual es principalmente causado por utilizar agua con un exceso de cal.
En los casos más graves de personas sensibles, puede empeorar la dermatitis y la psoriasis, por lo que también es importante tener en cuenta que utilizar un descalcificador en casa ayuda a mejorar la salud, y evita la dependencia de productos hidratantes e incluso de medicamentos y antibióticos.
Cabello menos sano y sin brillo
El pelo también va a perder su brillo y quedará más seco por la acumulación de los minerales tanto en el propio cabello como en el cuero cabelludo.
Esto hace que sea más difícil absorber los nutrientes y productos que utilicemos para el cuidado capilar, favoreciendo el deterioro y su caída.
El pelo será más difícil de manejar y estará más quebradizo, sin brillo y seco pese a utilizar productos de buena calidad, algo que se evita instalando un descalcificador en casa.
Aumento en el consumo de jabones y detergentes
Otra de las cosas que vamos a notar es que, con el paso del tiempo, vamos necesitando utilizar una mayor cantidad de jabón y detergente para conseguir una buena limpieza, lo que supone un gasto económico y un mayor impacto ecológico, sin olvidar que cada vez nos resultará más difícil limpiar nuestro entorno.
Esto ocurre porque los minerales hacen que se forme una menor cantidad de espuma, algo que se puede solucionar añadiendo una mayor cantidad de jabón o detergente, pero de forma innecesaria si tenemos instalado el descalcificador.
Mal sabor del agua
El mal sabor del agua es otro de los problemas que vamos a tener en aquellos sitios donde el agua es muy dura.
De hecho, en algunos casos puede incluso llegar a ser desagradable por la excesiva concentración de minerales como es el caso del calcio y el magnesio.
Beber esta agua, muchas veces pueden llegar a ser casi imposible, e incluso, en algunas ocasiones podemos llegar a notar un olor desagradable como a tierra o metales.
Esto nos lleva a tener que estar comprando garrafas de agua embotellada en el supermercado, las cuales tienen una peor calidad y son menos seguras en comparación con el agua tratada que podemos obtener en el hogar, además de que su precio es mucho mayor.
Si no optamos por el agua embotellada, es bastante normal que nuestra tendencia sea dejar de beber agua o reducir su consumo, lo cual afectará nuestra hidratación y salud.
Recordad que el descalcificador también ayuda a mejorar no sólo el sabor del agua y su pureza, sino también el sabor y el aroma de las bebidas preparadas como son las sopas, el café o el té por lo que, en definitiva, optar por instalar un descalcificador en casa, es una forma muy interesante de evitar todas estas señales que nos están avisando y que, con el paso del tiempo, poco a poco van minando nuestra calidad de vida y nuestra tranquilidad

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